La Batalla de Llano de Quart o Combate de San Onofre
“La guerra de la Independencia”, no es una guerra política, es una guerra nacional, en la que acción militar, corresponde no solo a los militares profesionales, sino a las gentes de pueblo que participaron espontáneamente en la contienda.
Llamada á Madrid, de Real Orden la Maestranza, en abril de 1808, para celebrar la exaltación al trono, del Rey D. Fernando VII, presentó diez y seis Caballeros para dicho objeto, pero lejos de ocuparse en torneos, tuvieron la gloria de hallarse en la memorable lucha del “día dos de mayo” y con el heroico pueblo madrileño, “fueron los primeros que pelearon por la independencia nacional”: y ocupada la Corte por los franceses volaron á sus hogares poseidos del general entusiasmo que inflamó á la nacion. Los Maestrantes que se hallaban en Valencia, en número de unos cuarenta, á pesar de su incomunicacion con sus compañeros de las provincias, resolvieron, en 30 de mayo de 1808 “levantar un Escuadrón de Caballería”, donde sirvieran de soldados los mismos Maestrantes y ajenos á toda ambición personal, pudieran ser mandados por Jefes y Oficiales del ejército.
Escuadrón de 1808
Comandante.-
- Antonio de Barros, “Teniente Coronel”, grado de Capitán del Regimiento de Dragones de Sagunto.
Capitanes.-
- Pascual de Roda, Capitán que había sido de Farnesio.
- Rafael de Orondo, Teniente de Dragones del Lusitania.
Ayudante.-
- José Alcalde del Olmo, Teniente de Dragones de Olivenza.
Tenientes.-
- José Mª Cardona y Del Castillo, Maestrante, exp. nº 135.
- Antonio Almunia y Rodríguez de Navarra., Marqués del Rafol, Maestrante, exp. nº 220.
Subtenientes.-
- Vicente Albornoz y Llorens, Maestrante, exp. nº 247.
- Francisco Casasus y Cebrian, Maestrante, exp. nº 253.
Portaestandarte.-
- José Rodrigo y Ros de Ursins, Maestrante, exp. nº 243.
Distinguidos.-
- Miguel Castellví y Fernandez de Córdoba, Conde del Castellá, Maestrante, exp. nº 242.
- Francisco de Monserrat y Xatmar, Maestrante, exp. nº 227.
- José Baciero y Fernández de Córdoba, Maestrante, exp. nº 269.
- José Mallans y Fernández de Mesa, Maestrante, exp. nº 287.
- Salvador Cardona y Castellví, Maestrante, exp. nº 289.
- Antonio Bergada y Almunia, Maestrante, exp. nº 292.
- José Bergada y Berta, Maestrante, exp. nº 292.
La Suprema Junta Militar no solo celebró y aprobó el acuerdo, sino que dejó la propuesta de subalternos á la misma Maestranza, la cual designó á cinco de sus individuos; y acelerando el equipo y monturas, tuvo la satisfaccion á los pocos días, “de presentar en campaña su Escuadron bajo Estandarte propio que llevaba las armas de la ciudad en un lado en otro la del Cuerpo, surmontandas de la imágen de la Purísima Concepción”.
Este Escuadrón, denominado de “Cazadores de la Real Maestranza de Valencia”, se halló en todas las acciones del 2.° ejército, en la de Quart de Poblet. Los Caballeros Maestrantes, tuvieron una brillante actuación durante el sitio de Valencia en la guerra de la Independencia contra los franceses.
El desplegamiento de las fuerzas defensivas en el Pla de Quart, se desarrolló de la siguiente manera:
El 26 de Mayo de 1808, El Conde de la Conquista, se presentó en la Casa de la Ciudad y dio orden de armar a todos los vecinos de Valencia, a tomar las armas y a concentrarse en el Llano de la Zaidía y camino viejo de Madrid.
Los Caballeros Maestrantes Iltmos. Srs. D. Joaquín Salvador y el Barón de Benifayó, fueron enviados a Quart, con el propósito de encargar al General Saint-Marc, de concentrar a los soldados ante la Ermita de San Onofre, del termino de Quart, junto al Escuadrón de Caballería para resistir la primera envestida de los franceses.
El Capitán General, acompañado por los Señores Maestrantes, los Marquéses de Benemegis y Serdañola y el Barón de Santa Bárbara, fueron los encargados de inspeccionar el campo de Quart, organizando las compañías de paisanos armados.
Reforzaron el puente sobre el Turía, que había sido cortado, con 40 caballos propiedad de la Real Maestranza de Valencia.
El Marqués de Cruilles, estuvo apunto de ser asesinado.
El 28 de Junio de 1808, día de “la Batalla de Quart”, el Brigadier Caro, arenga a todos los hombres honrados, con gran energía, aunque poco se podía hacer con tan corta proporción numérica.El Bigradier Caro, llegó en auxilio de la Capital por Orden del Conde de Cervelló a marchas forzadas y organiza la agrupación de gentes dispuestas a defender a la Patria, e impedir el paso de la caballería enemiga.
El Mariscal francés Moncey, los intimida desde la Venta del Poyo. Mientras tanto, en el Pla de Quart se despliegan las fuerzas de la siguiente manera:
- – Batallón de Saboya.
- – Milicias de Soria.
- – Regimiento de América.
- – Regimiento de Murcia.
- – Batallones de Tiradores de Valencia.
- – Paisanos del Campo de Segorbe, al mando del Coronel Conde de Castelar.
- – Paisanos armados, al mando del Brigadier Caro.
- – 100 Caballeros a caballo, de la Real Maestranza de Caballería de Valencia.
- – Escuadrón Numancía.
El total de las fuerzas era inferior en número a las tropas francesas y solo un milagro, podría librarlos de la Invasión, igualmente la artillería con la que se contaba era escasísima, apenas 2 cañones, en las torres de Quart, defendidas por el Barón de Petrés.
Las tropas enemigas estaban emboscadas en el “Huerto de Juliá”, en el camino de Quart a Mislata, junto al “Molino de Noumoles”. La Caballería de la Real Maestranza de Valencia, entra en combate por el “Huerto de Carrús”. El Grito de guerra era: “Guerra, Guerra, que se defienda la ciudad hasta morir”; “Vencer o Morir”. Los Capellanes y Canónigos, se unieron también a la lucha, por el bien de la Patria. Se lanza el siguiente comunicado al Mariscal francés: Excmo. Sr.: “El pueblo prefiere la muerte en su defensa a todo acomodamiento”. Entonces el Excmo. Sr. D. Joaquín Salvador, a caballo y con trompeta, sale por la Puerta de Mar, dirección Patraix, junto a la ermita de San Miguel de Soternes, se dirige hacía la retaguardia enemiga para entrevistarse con el Mariscal Moncey.
Inmediatamente comienza el bombardeo de la Ciudad, así como la defensa heroica de Maestrantes y Valencianos junto a la muralla de la ciudad:
“En este día los Valencianos renovaron, con gloria suya y mengua del enemigo, aquellos rasgos de patriotismo y heroicidad que admiramos en la historia de los Griegos y Romanos”.
Manifiesto de la Junta Suprema.
“Pertot arreu l´heroisme dels valencians fou general”.
Increíblemente y después de haber estado bombardeando la Ciudad, los franceses se retiraron y levantaron el Sitio, dejando gran número de héroes y caídos por la Patria tanto en las filas de los Maestrantes como en las de los Valencianos patriotas (Texto de Ana Ferraz de Gómez de Barreda).
Siguió picando la retaguardia enemiga, en su precipitada fuga del reino, hasta que evacuado Madrid por Murat y sus tropas, entró el ejército de Valencia en la Corte y con él, el espresado Escuadron; despues siguió hasta Navarra, estuvo en el avance de Caparroso y sufrió la principal fuerza enemiga en la batalla de Tudela, auxiliando la retirada de la infantería. Regresó con la quinta division á Valencia á reforzarse de sus pérdidas y satisfecha de sus servicios la Suprema Junta Central, “lo elevó a Regimiento de cuatro Escuadrones”, conservándole el nombre, para el cual la Maestranza regaló otros tantos lujosos Estandartes, cuya entrega se verificó con la mayor solemnidad.
Este regimiento, al cual pasaron ascendidos á Oficiales muchos de los Maestrantes, ilustró con gloriosos hechos el nombre que llevaba, particularmente en los combates de Vich, Margalef, Murcia y muchos otros, donde muertos, heridos ó prisioneros aquellos, sellaron con su sangre sus juramentos y acreditaron que no en vano se habian dedicado en justas y torneos á ecuestres y marciales ejercicios con el fin de adquirir fuerza, destreza y disposicion para el servicio de S.M. objeto de su instituto.
Estandarte en acción de guerra R.O. 5/7/1809
Diez y siete Caballeros salieron á la primera campaña del Escuadron; hasta treinta y siete se contaron en diferentes cuerpos con las armas en la mano durante la guerra de la Independencia; y fueron tan gratos á S.M. sus servicios que premió con empleos de Coroneles y Capitanes á tan distinguidos voluntarios y no menos á la Maestranza, concediéndole el uso de “Estandarte, en acción de guerra”, en obsequios á S.M. y en regocijos públicos, por Real Orden de 5 de julio de 1809, siendo la Soberana voluntad que lleve por un lado las Armas Reales y por otro las propias de la Corporación.
Este Estandarte fue entregado en un solemne acto castrense en nombre de S.M. el rey D. Fernando VII, por el Capitán General D. Rafael Blasco del Campo y Vargas, Conde de la Conquista al Teniente de Hermano Mayor D. Antonio Salavert y Verdes-Montenegro, Marqués de Benemegis de Sistallo.
Los Maestrantes que quedaron en Valencia fueron destinados á Jefes y Oficiales de las “Milicias Honradas”: y aun fué proposicion y plan del que era entonces su Decano, la formación de un Escuadron de esta clase; por lo cual mereció la superior aprobación y que se nombrara Inspector General de ella al autor de este pensamiento, que lo fué D. Joaquin Casasus y Judici de Acharte.
Los Maestrantes han tenido siempre la generosidad de hacer recaer en el Cuerpo el mérito de sus servicios personales.
En el órden civil, ha prestado asimismo importantísimos servicios, principalmente encargándose de las guardias para la vigilancia del ramo de sanidad, en cuantas epidemias y contagios ha tenido la desgracia de experimentar la ciudad de Valencia y en las calamidades públicas del año 1796, diputando vocales para las juntas creadas al efecto; y ha cooperado á las obras públicas, dispuestas varias veces en alivio de la indigencia; y no menos dotando huérfanos, ó con otras dádivas en ocasiones solemnes, como la de los 40.000 reales para la creación de un “asilo de párvulos” en honor del Augusto Príncipe de Asturias D. Alfonso y en celebridad de la venida de SS. MM. y AA. á Valencia en 1858. Entre otros donativos de no menos importancia, se citarían los de 1793, 1796 y 1802, para el acopio de granos y abastos; el voluntario para las urgencias de la Monarquía en 1798, para los terremotos de Orihuela y otros que seria difuso referir; habiendo tambien contribuido con sus informes al fomento de la cría caballar y al de otros ramos de interés general.